“El día que conseguí hacer una mezcla fue como si sonaran campanas. Del día que haces la primera mezcla te acuerdas siempre”, cuenta divertida Paula Cazenave, quien comenzó a pinchar en casas de amigos en el 99 y se empecinó en que aquello era lo suyo.
A comienzos de los 2000 pinchaba en el Complot de Donosti, poco después en Pagoa. En 2005 comenzó su labor de productora, de manera autodidacta, aunque con una pequeña base de conocimiento musical. “De pequeña estudié lo típico, solfeo y piano”, explica. Casi veinte años después puede estar orgullosa de tener su propio sello, Combine Audio, publicar su propia música en sellos como Symbolism – cuyo propietario es Ben Sims -, de ser programada en superfestivales como Awakenings, ser requerida en las cabinas más diversas cada fin de semana y de haber abierto brecha en una industria masculinizada.
Aunque admite que sus orígenes provienen del house, “pero del bueno, el de verdad”, cuando se pasó al techno ya no hubo vuelta atrás. A pesar de la evolución del género –groovy, minimal, hardtechno o schranz –, de los cuales ha pinchado algo, ha mantenido un estilo propio. “Contundente pero sin pasarse”, afirma entre risas.
¿Ha cambiado tu técnica en todos estos años?
Sí, desde luego, no sólo a nivel técnico, a nivel musical también. Después de muchos años escuchando mucha música te creas un mundo en tu cerebro que hace que sepas qué temas seleccionar para qué momento. Eso cuando empiezas no lo sabes, te compras discos que quieres pinchar a la hora que sea. Ahora sabes qué tema es para primera hora, para cerrar, cuál suena bien en festival y cuál en club. Tienes como un disco duro en tu cerebro.
¿Y qué te motiva a seguir después de unos cuantos años?
En este trabajo no hay monotonía, tienes que estar constantemente aprendiendo cosas. Temas nuevos, programas, técnicas de producción. Y que yo he sido una flipada de la música toda la vida, desde niña. La primera vez que fui a una discoteca dije, yo quiero hacer lo que hace ese tío. Lo que pasa que en aquella época no había tías pinchando. Al principio tenía mucha presión, el día anterior a pinchar no dormía.
Eso a cuanto la presión que te ponías tú, ¿pero sentías que se te escrutaba más por ser mujer?
Sí, he vivido escenas dantescas. Pinchando en un garito con la cabina al lado de la barra, un tío me pidió un cubata. Le dije que no, que estaba pinchando y me preguntó si no era la camarera. “No, soy dj”, le contesté. O un montón de tíos mirándome con lupa en primera fila, los expertos mirando a ver si lo hacía bien. Pero eso ya no pasa.
No pasa por ti y otras pocas como tú, que no os desanimasteis.
No, yo he sido muy cabezona siempre. Estoy orgullosa de que haya habido mujeres como yo que hayan dicho venga adelante, vamos a pinchar. Nos gusta la música, estamos aquí por la música.
Comentas que tu carrera ha sido, aunque con altibajos, constante.
Sí, creo que he seguido una tónica lenta pero constante. Hay artistas que irrumpen en la escena y tienen mil bolos de repente. Luego están los artistas hormiguita, los que estamos aquí currando. Y esto es necesario para que haya una escena de calidad. Construyendo a nivel más humilde. Creo que la base de una buena escena es que haya sellos pequeños, colectivos, pequeñas fiestas. No todo pueden ser superfestivales.
En tu sello, Combine Audio, has publicado a tótems como Ben Sims o Ken Ishii, pero imagino que este no fue el motivo inicial de crear tu propio sello.
Básicamente lo cree para sacar mi música y la de gente de aquí. Tenemos una tendencia a valorar siempre lo de fuera. Todo lo de Berlín es la hostia, lo de UK, EEUU, lo de todas partes es la hostia menos lo nuestro. Aquí tenemos un montón de productores buenos. Si puedo apoyar a esta gente, al margen de sacar artistas top, también quiero sacar a gente que se lo merezca. A mí me habría gustado que, cuando empezaba, un sello me dijera “me gusta tu música, voy a sacarla, aunque no te conozca nadie”.
“Creo que la base de una buena escena es que haya sellos pequeños, colectivos, pequeñas fiestas. No todo pueden ser superfestivales“
¿Escuchas muchas demos?
Lo escucho todo, y además varias veces. Depende de cómo tengas la cabeza ese día igual no aprecias bien el tema. Creo que la psicología y el momento del día hace mucho en cómo escuchas algo.
Me llama la atención el detalle de que Otto, el nombre del EP y uno de los temas que contiene, que publicaste en el sello de Ben Sims, es un homenaje a tu perro fallecido. Me he gustado especialmente porque a priori no parece que el techno reivindique nunca la ternura.
Es que era mi hijo. El tema suyo, Otto, es un tema de base contundente pero también una melodía más tierna. Dentro de lo duro que es el techno también se pueden hacer cosas emotivas, se pueden utilizar melodías, acordes que pueden crear una emoción. Quería hacer eso, al margen de un tema bailable de club, que tuviera algo más. Tengo mucha imaginación y cuando escucho ese tema me imagino a mi perro corriendo.
¿Qué proyectos futuros tienes?
Seguir haciendo música, obviamente. Estoy hablando con varios sellos. Pero también hay un proyecto que se lleva gestando desde 2021 con el sello chileno Árido Records, súper interesante, hacer música con sonidos de ALMA, que es un telescopio que capta sonidos del espacio. Te mandaban unas librerías con los sonidos que había captado el telescopio y con ello tenías que producir un tema. Se está alargando mucho en el tiempo, porque es un proyecto que está subvencionado por el Ministerio de Cultura de Iquique. Saldrá en vinilo, con un diseño guapísimo y participamos varios artistas.
Le pregunté a una IA de texto sobre ti y me dio una bio ¿Crees que las IA, que son capaces de ofrecer resultados muy similares a los procesos creativos de los humanos, cambiarán la manera de hacer música en un futro próximo?
Lamentablemente creo que sí. Todas las tecnologías cuando empiezan así, llegan para quedarse y para jodernos (risas). Como las redes sociales, las odio pero tienes que convivir con ellas. Todavía no he escuchado ningún tema hecho con IA pero seguramente ya lo estén haciendo. Puede que en algún momento haya algún caradura sacando temas con IA, pero no tendrá ningún mérito, y luego estará la gente que seguimos amando la música y su proceso de creación. Y también puede que vaya a haber herramientas útiles para agilizar procesos de creación. Tiene que haber cosas buenas también, que agilice procesos, seguro que saldrán cosas que también nos beneficien.
Texto de Tamara G. Cascales