El inicio del disco es toda una declaración de intenciones. Delicadamente se abre un espacio de escucha de carácter campestre, en el que los cantos de aves nidificantes de nuestro entorno se mezclan con los efectos de un crepitar de hojarasca, acaso vinilo en bucle. A continuación, timbales con notas afinadas por cuartas se unen a voces transformadas, para concluir en un canto matinal de gallo. Es entonces cuando la prueba de afinación de una orquesta crea una estructura horizontal sobre la que se diluyen los arpegios de un arpa y golpes de platos de batería. Así comienza “Sarrera: Afinación de Color”, prólogo coherente y enriquecedor del último trabajo de la prometedora artista de Bizkaia.
RRUCCULLA posee una visión creativa muy original, variada, de raíz identitaria y abierta completamente a la experimentación, en sentido amplio y en acepción concreta. Su capacidad de trabajo le lleva a lanzar en este 2023 “Zeru freq.” (Lapsus, Barcelona), un álbum de música electrónica que busca trascender desde lo material y lo personal hasta llegar a una escucha abierta y global. Es, sin duda, uno de los proyectos más interesantes de este fructífero año 2023, pródigo en desafíos de carácter binaural y en la defensa de una honesta electroacústica de proporcionados recursos y desacostumbrada a parabienes.
¿Cómo se produce la evolución de una creadora desde la formación de batería en tu infancia hasta la música electrónica? ¿Qué patrones se repiten y, a la vez, se transforman en este recorrido?
Siempre me ha gustado crear cosas. Incluso como batería, no me gustaba la idea de sustituir lo que hace un metrónomo. Me gusta salirme un poco de esa línea puramente rítmica. Y de ahí, se produce el salto y evolución a la electrónica.
¿Te defines como intérprete? ¿Como productora? ¿Qué hay de Izaskun en RRUCCULLA y al revés?
Diría que producer / compositora. En realidad creo cosas: canciones, sonidos, arte, etc. Creo que no hay línea que diferencie a Izaskun de RRUCCULLA.
Las relaciones del software con el músico son siempre complejas. Y precisamente no hay nada más humano que la creación de herramientas con un objetivo funcional. ¿Cómo concibes la creación desde un entorno tecnológico en constante transformación?
Es un factor motivante ver qué cosas se pueden hacer implementando tecnologías nuevas. Aunque por otra parte, siempre me gusta crear música de manera orgánica. Soy baterista desde pequeña y la idea de sentarme en la batería y no tener que enchufar nada me gusta. Me gusta esa inmediatez y me da confianza, sobre todo para los directos.
IA en la creación musical. ¿Tienes alguna opinión dentro del debate actual?
La IA puede servir como herramienta de ayuda, pero no como herramienta sustitutiva. Desde mi punto de vista, creo que debería empezar a regularse el uso de la IA. También creo que al final pasará un poco como cuando salieron las primeras “drum machines”, de las que algunos se asustaron porque los baterías se quedarían sin trabajo. Al final la IA está ahí, a tu disposición, por si te interesa. Ahora mismo ha salido un nuevo software que te recrea sonidos de sintetizadores al momento. Sé que esto puede abrir puertas a muchos otros producers con poco conocimiento sobre diseño sonoro y también es un proceso rapidísimo; al instante tienes múltiples opciones de ese mismo sonido de partida. Pero no sé. Para mí, pierde un poco la magia de ir poco a poco aprendiendo y probando por el camino cosas diferentes. Es aburrido que te lo den todo hecho al instante.
El mundo del directo supone un salto hacia espacios abiertos de comunicación y contacto con el público. ¿Cómo gestionas salir del espacio de control del estudio y lanzarte a los escenarios?
Soy una persona un poco reservada. Ponerme de cara al público es algo que todavía me corta un poco. Mi música diría que es introspectiva, pero supongo que eso se rompe en cuanto la gente me ve tocar la batería, porque reciben mucha energía de golpe en directo.
¿Cuál es tu sistema compositivo? ¿Hasta qué punto el concepto es la base de lo que posteriormente será audible y comprendido? ¿Eres más procesual? ¿O valoras más el resultado final?
He aprendido a separar los procesos de composición y de diseño de sonido. Con el sonido de diseño me gusta jugar a lo desconocido. Pero si ya me pongo a componer, siempre me gusta tener una idea en mente, porque si no puedo perder mucho tiempo con las infinitas posibles opciones que puede tener una canción y su estructura. Pero a veces me contradigo, juego con las estructuras y luego acabo con 30 posibles versiones de una misma canción. Es cuestión de tiempo, si es que lo hay. A mí me gusta tener tiempo para mirar las canciones desde lejos y ver si tienen sentido; no solo estar con la lupa en los detalles. Para eso se necesita tiempo y hoy en día eso es algo raro.
No me gusta pensar en el resultado final porque me acuerdo del proceso y claro, rara vez estoy 100 % conforme con la versión final. Es así. Haría cambios constantemente. Los cambios en canciones los pongo en práctica en conciertos y van evolucionando porque creo que ese día la canción está perfecta y ya. Pero puede que en el siguiente concierto ya me haya aburrido de esa idea y evolucione en otra cosa.
¿Cuáles han sido y cuáles son tus influencias?
En cuanto a electrónica diría que SOPHIE, Flying Lotus, Aphex Twin y últimamente Curtis Roads.
Pero siempre he escuchado mucha música de géneros distintos y sobre todo Jazz. Mientras componía este último álbum, lo que escuché sin parar fue a Barbra Streisand y música de Broadway, no sé si tiene mucho sentido visto desde fuera.
¿Cómo ha sido el proceso de creación de “Zeru freq.”?
Bastante loco. Me propuse hacer un disco sin ningún tipo de sample pre-creado. Además, el objetivo del álbum fue hacer música melódica y con armónica. Por lo que fui poco a poco diseñando cada sonido que es audible en el álbum y, a la vez, aprendiendo a tocar el piano y estudiar acordes por mi cuenta.
¿Cómo ha sido el trabajo con Lapsus, referente de la música electrónica de este país? ¿Qué ha aportado respecto a tus proyectos anteriores?
Desde Lapsus han sabido aportar su experiencia en la música, sobre todo para sacar un release de este estilo.
¿Cuál es el eje temático del álbum? ¿Cómo se articula la línea invisible entre los diferentes tracks?
El concepto es que “Zeru Freq.” (Frecuencias del cielo) es un museo con 11 piezas expuestas al aire libre. Y el museo abre desde que sale el sol hasta que se esconde, de ahí el orden de tracklist y diseño de sonido. E s imaginarlo como un chillidaleku ficticio pero creado por RRUCCULLA. Cada pieza es una canción que hace referencia al cielo.
¿Cuál es la influencia del jazz en tu obra? ¿Por qué es imprescindible en tu desarrollo como batería y creadora?
Me gusta la libertad que da. Es un género que en mi cabeza se ve con formas curvas en constante movimiento. Ese enfoque me interesa. Cuando toco la batería pasa lo mismo, pienso en formas curvas y cosas moviéndose. En cambio con el rock son solo cuadrados rectos y estáticos. No sé, me da para atrás.
¿Cómo trabajas con el sonido y su diseño? ¿Qué te interesa más de sus características básicas?
Normalmente tengo una referencia como imagen o idea o sensación que quiero conseguir al escuchar ese sonido. Y esa es la guía que me pongo para diseñar. Me interesa eso mismo: ver que solamente un sonido te puede situar en un sitio especial.
¿Qué sensaciones pretendes suscitar en el oyente? ¿Hay alguna propuesta de escucha?
Con ‘Zeru Freq.’ quería hacer un disco experimental desde un punto de vista optimista y con luz. Que al escucharlo te situase cerca de la naturaleza y visualizaras paisajes verdes y un cielo azul.
¿Qué relación existe entre las formas visuales de representación y tu música? ¿Son vías complementarias de expresión? ¿Son inseparables?
Para mí son complementarias. Por ejemplo, con “Zeru Freq.” hice primero los dibujos y las formas para después crear la música. Es el guion que he seguido para componer. Pero claro, no me gusta coartar la imaginación de la gente. Si en su cabeza se crea una imagen diferente, pues bienvenida sea.
El arte visual es una constante en tus portadas, imagen gráfica, etc. ¿Todo es estética en tu espacio de creación? ¿Qué significado tienen las formas y el color? ¿Hay simbolismo?
Hay algunas canciones que las percibo azules y otras rojas, por ejemplo. Todo desde mi punto de vista. Es una cuestión extensa de explicar el simbolismo de cada forma…
Texto de Ignacio Fernández Galindo “Dallas”