Tras diez años de experiencia en la industria musical, el emblemático club Dabadaba amplía su horizonte con un nuevo proyecto dedicado a compartir hacia el exterior el conocimiento y la experiencia que ha cultivado internamente a lo largo del tiempo.
Como una extensión natural del club, lugar que ha tenido el privilegio de conocer a incontables talentos que han surgido, crecido y dejado su huella por esa cabina, nace Dabadaba Agency: una red de apoyo que busca el crecimiento colectivo y la maximización del potencial de los artistas, ampliando el enfoque y trascendiendo las gestiones convencionales de booking y management.
El punto de partida de la agencia responde a un vacío existente en el sector, en el que los artistas afrontan la dificultad de encontrar una estructura de respaldo adecuada para su crecimiento. “Muchos de ellos nos preguntaban si podíamos ayudarles con su carrera, conseguirles actuaciones o gestionarlas. La agencia busca llenar ese espacio, proporcionando una plataforma sólida para el desarrollo del talento y la profesionalización de la carrera de los artistas”, comenta Mariel Sallaberry, que junto a Giovanni De La Cruz, Sebastián Sallaberry y Aléx López, dan vida a Dabadaba Agency. Un puente fortalecedor en la escena musical, que actúa entre los artistas y el público, y que persigue que el “talento reciba la visibilidad y oportunidades que merece”.
Sin cerrar la puerta a un estilo musical concreto, fomentando la diversidad y apostando por la calidad y la autenticidad de las propuestas, Dabadaba Agency representa actualmente a una mezcla de dieciséis artistas: locales, emergentes y establecidos; y artistas afincados en otras regiones, con los que tienen una “estrecha relación”. “Nos interesa representar todo lo que vemos y nos flipa, lo que no nos deja indiferentes. Que haya un match humano para nosotros es clave”, añade Mariel.
Referente de la cultura urbana y underground de Euskal Herria, encontramos a Alta, promotor y DJ residente de Nexo Malito, quien fusiona sonidos provenientes del UK Garage, Grime o Drill; a su lado, con también una estética sonora moldeada por estilos híbridos, el talento local LaMia Mari, quien explora ritmos como el afrobeat, dancehall o dembow; y desde Barcelona, Sofy Suars, de origen boliviano, lleva su sonido a terrenos experimentales, mezclando global bass, latin club o electrónica vanguardista.
La exploración de nuevos paisajes musicales continúa con Angelinayuli, valenciana que eleva la energía de la pista con una potente fusión de ghetto, jungle y bouncy techno; a su vez, Ke Lepo, el nuevo proyecto del músico, compositor y productor zestoarra Alejo Orbegozo, crea experiencias inmersivas a través de sintetizadores analógicos, modulares y cajas de ritmos; y en el extremo más performático y transgresor, BRAVA despliega su inconfundible sello con excursiones sonoras que atraviesan géneros y estilos sin restricciones.
Desde una perspectiva feminista y disidente, La Niña Jacarandá—fundadora de la escuela de DJ no binaria Sin Sync—se mueve entre el reguetón experimental y el club deconstruido; por su parte, Elena Barker, integrante del colectivo queer Mixthetika, genera atmósferas psicodélicas, nostálgicas y ambientales que cautivan y emocionan; mientras que Beltranz, también cofundador del colectivo, se inclina por el house y el trance progresivo, caracterizados por líneas de bajo galopantes y texturas envolventes.
Acercándonos poco a poco al final del selecto y curado roster, Giiovaaz, originario de México, conecta sus raíces con sonidos frescos que van del speed dembow al latin club o el techno; murciana asentada en Donosti, Gela propone sets hipnóticos donde conviven el funk cósmico, el dark 80s new wave o los 90s breaks; Tronis, figura clave de la electrónica underground bilbaína, desata ritmos frenéticos y globales; mientras que Miravalles, también referente en las cabinas vizcaínas, teje sesiones arriesgadas donde el jungle, dnb, footwork y gabber toman protagonismo.
Finalmente, desde Barcelona, Joe Dembow sumerge al público en un universo de bpms altos, sonidos pitcheados y electrónica burbujeante; Lejía, DJ y productor madrileño, juega con la fusión de UKG, dubstep, reggaetón y metal, llevando el nicho al mainstream; y cerrando el círculo, Simona, artista argentina reconocida por el programa EQUAL de Spotify en 2022, deslumbra con su combinación de reguetón, pop y R&B, consolidándose como una de las voces más frescas de la escena.
Como otro de los puntos fuertes de actuación, destaca la organización de showcases en la sala, que hasta el momento han cosechado un éxito indiscutible. Al situar la cabina en la pista de baile, tanto el público como los artistas consiguen conectar de una manera más íntima y profunda, dando lugar a una atmósfera mágica y envolvente bajo la luz tenue característica del club. Aunque la idea principal es que “solo toquen artistas del roster”, la agencia no descarta “invitar a artistas cercanos o hacer este tipo de showcases en otras salas”. Asimismo, aunque por el momento Dabadaba Agency esté enfocada en la escena club y la música electrónica, existe una intención de evolucionar y abrirse hacia a otras vertientes. Sin embargo, Mariel asegura que quieren ir “poco a poco”, avanzando de manera gradual y posicionando el sistema de cuidados en el eje central, un pilar esencial para la agencia.
Dabadaba Agency es el reflejo de lo que sucede cuando un proyecto es liderado por personas apasionadas por la música y comprometidas a darle un valor y sentido a lo que hacen: florecen iniciativas tan inspiradoras y extraordinarias como esta. Una década de dedicación, “trabajo duro”, y “mucho amor por la música y la ciudad”, desemboca en un proyecto clave y referente en la escena. Porque la música, vehículo de expresión y conexión, tiene el poder de transformar y trascender.
Texto: Celia Carrera