Mario Castillo aka Kastil se crió en los días de apogeo del techno y, como propietario de un afterclub y promotor de fiestas clandestinas, maduró generando un sonido propio que le llevó a comenzar en la producción y montar su sello Soul Notes en 2011. En aquel entonces el house underground era su feudo, pero poco a poco regresó a sus raíces tecneras creando la división Stale donde ahora está inmerso en un proceso creativo con la vanguardia como bandera. Hogar de artistas como Irazu, Deapmash o I-Real, Stale ha tenido como remixers de excepción a Regis, Lag, Pessimist o Acronym.
Su primer largo “No Spiritual Surrender” junto a JC (publicado en junio del 2018) y sus producciones en solitario fueron acogidas en las maletas de DVS1, Adam Beyer, Cosmin TRG o Marcel Dettmann, lo que le ha llevado a actuar en templos como Tresor (Berlín) o Elysia (Basel).
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