Hoy conocemos más a fondo a Harrika, el colectivo queer y feminista cuyo cimiento es el respeto en la fiesta. El respeto a toda orientación sexual, identidad de género, origen, raza, clase, cuerpo, etc.
Sus fiestas, en las que está prohibido hacer vídeos y fotos, se celebran una vez al mes en Jimmy Jazz (Gasteiz).
– ¿Cómo surgió la idea de crear el colectivo?
Diríamos que Harrika surgió como una contestación al modelo festivo actual en Euskal Herria. Desde un plano más político sentíamos que la mayoría de la programación actual la monopolizaban siempre los mismos, dejando de lado apuestas por la diversidad y debido a eso no nos sentíamos representadas con la gente que pinchaba ni con los valores que transmitían las fiestas a las que íbamos. Por otro lado, más lúdico quizás, entendíamos que una ciudad como Gasteiz carecía de un espacio seguro para las mujeres y para la comunidad LGTBQ+ en el que poder salir a gusto, escuchar buena música, expresarse sin miedo y sentirse arropadas. Desde esa reflexión y tomando como referencia fiestas que sucedían en ciudades como Madrid, Berlín o Londres nos pusimos a trabajar con el fin de poder crear una fiesta así en nuestra ciudad.
– ¿Musicalmente con qué estilos os sentís identificados?
Entendemos Harrika como un laboratorio de ideas y proyectos entrelazados, casi quizás como una esquizofrenia creativa, y no hace falta más que analizar los carteles de los últimos meses para darse cuenta de eso. Predomina el techno más industrial coqueteando muchas veces con el hard-techno, pero no nos han faltado sonidos más cercanos al electro mezclados con temas urbanos e incluso a melodías derivadas del acid
house.
– ¿Qué actividades hacéis? ¿De qué estáis más satisfechos?
De momento llevamos un año organizando una fiesta mensual en la sala Jimmy Jazz Gasteiz. Dentro de nuestros objetivos de cara a 2023 tenemos claro que queremos tejer redes con otras asociaciones y artistas, seguir dando espacio y protagonismo a colectivos que por desgracia no lo tienen en el actual modelo de ocio nocturno, queremos crear nuevos espacios de colaboración, siempre desde una perspectiva multidisciplinar que vaya más allá de un espacio meramente festivo. Estamos muy orgullosas del grupo de mujeres voluntarias que nació junto con Harrika Kolektiboa y que desde la primera fiesta se encarga de velar para que éste sea un espacio seguro: Zaintza Taldea.
– ¿Qué colectivos y/o artistas son una referencia para vosotros?
Creo que nos faltaría espacio para mencionar a todas las artistas y/o colectivos que nos inspiran. Estamos ante un momento de florecimiento de colectivos y proyectos chulísimos que están cambiando el concepto de los clubes, y muchas veces es difícil poder seguirlos a todos. Entre los muchos colectivos en los que nos basamos cuando empezamos a dar forma a Harrika, cabría mencionar QueerAsCore, Others to the Front, o el equipo de Skin en Madrid, Verboten en Londres, y clubes como KitKat, Berghain o incluso Pornceptual en Berlín. Desde que empezamos a hacer la fiesta no hemos hecho más que conocer otros grupos con proyectos similares en Euskal Herria que nos fascinan como pueden ser HEARTz, Synthetika, Enigma o Lotura en el ámbito de la electrónica, y otros como Barbarie, Nexo Malito o Dembooty en el espacio más urbano. E incluso colectivos que no se dedican a organizar fiestas como puede ser La Enredadera de Gasteiz que para nosotras es una fuente de inspiración y admiración eterno. Creemos que ahora mismo nos alimentamos unas de otras, aprendemos un montón de sus eventos, y gracias a estos colectivos y a las personas que los mueven tenemos cada vez mejores fiestas, más diversidad y espacios más sanos a nuestro alrededor.
“La nueva generación ha roto con estructuras festivas del pasado y con artistas semi-glorificados siempre omnipresentes en las fiestas de la escena local”
– ¿Con cuáles habéis colaborado hasta el momento y con cuáles os gustaría hacerlo en el futuro?
Hasta ahora hemos tenido el placer de poder hacer pequeñas colaboraciones con casi todos los colectivos de Euskal Herria que hemos mencionado en el anterior post. Como hemos mencionado antes, este año queremos que sirva para estrechar lazos y crear experiencias compartidas con todos los colectivos que nos sea posible.
– ¿Qué espacios utilizáis para hacer las fiestas?
De momento organizamos Harrika una vez al mes en la Sala Jimmy Jazz de Gasteiz, sala que ha puesto todo de su parte para apoyarnos y nos ha fomentado casi a ciegas desde el primer momento. El año pasado organizamos dos eventos fuera, en las fiestas del Casco Viejo y en las de Vitoria. Fueron experiencias enriquecedoras que esperamos poder repetir este año.
– ¿Qué objetivos tenéis en el horizonte?
Nosotras queremos seguir creando. Abrir nuevas puertas, compartir experiencias y básicamente crear comunidad que nosotras entendemos es el factor más valioso para una escena activa y saludable.
– ¿Cómo veis la escena vasca?
Creemos que la escena vasca vive un momento de éxtasis y creatividad y eso nos encanta. La nueva generación ha roto con estructuras festivas del pasado y con artistas semi-glorificados siempre omnipresentes en las fiestas de la escena local. Creemos que esto va más allá de la música, se trata de crear una escena basada en el respeto, en la diversidad y en la creatividad. No cabe olvidar que la escena electrónica viene del movimiento rave, un movimiento fuertemente politizado y contestatario, y aunque durante años se hayan desvirtuado y monetizado sus valores, creemos firmemente que una nueva generación ha llegado para quedarse, y por suerte, es una generación con convicciones fuertes, con ganas de cambiar las cosas, de no tolerar actitudes del pasado y sobre todo de crear, crear y crear, que es lo más importante.